sábado, 21 de octubre de 2017

Tan iguales, Tan distintos.

El gobierno de CFK fue una asociación ilícita.  Durante 12 años el país estuvo administrado por un grupo de funcionarios que tenía por objetivo central delinquir y vaciar las arcas del Estado.  Ese grupo “K”, fue contra todos los intereses de la Argentina. Se opuso a la concentración de los medios de comunicación y su incalculable rentabilidad y concentración de poder, entonces son unos ladrones. Este grupo de malhechores organizados  despilfarraron el dinero de los contribuyentes de la acomodada clase media para mantener a mal entretenidos, vagos, inmigrantes y básicamente todo aquel que no conoce las buenas costumbres, no tiene apego al trabajo y no quiere ganarse con el sudor de su frente el pan de cada día; estos dirigentes son unos demagogos y la peor de todas es CFK…

Es que la masa olorosa da miedo. Ya pasó en Octubre de 1945 con el aluvión zoológico.  Encima  esos mismos que se atrevieron a mojar sus pies en las sacrosantas fuentes de la Plaza de la Victoria, comienzan a tener protagonismo en el desarrollo de una nueva y desordenada “sociedad”argentina que se vanagloria de ser prácticamente feudal.  Y si hasta las mujeres votan.  Lo menos parecido a un ciudadano con derechos políticos son un pobre y una mujer, y esta actriz, hija bastarda, nacida en un pueblucho inmundo universaliza el voto y encima encabeza sus reclamos.  Ellos no la van a olvidar, crecerán recordando el día en que empezaron a llorarla.  Los descamisados hacen de ella la bandera de cada una de sus luchas.  El peronismo de convierte por acción y mística en una forma de vida, en una manera de mirar y sentir. 

Los aviones sobrevuelan la plaza y la bombardean intentando dar muerte al General.  Poco tiempo después el hombre que había congregado una multitud pidiendo por su libertad, con el apoyo de los trabajadores que hubiesen dado su vida empuñando las armas contra el usurpador, se refugia en el Paraguay y es destituido en nombre de las Instituciones y la República.  A partir de ese momento, más específicamente con la llegada de Pedro Eugenio Aramburu, y con el apoyo de todos los partidos políticos no peronistas y los sectores liberales y religiosos, la Revolución Libertadora, comenzó con un plan sistemático de desperonización.

El 24 de noviembre de 1955 se firma el Decreto Ley 3855[1]
en el cual se decide disolver el Partido Peronista Masculino y Femenino en todo el territorio de la República.  El gobierno, que había sido elegido democráticamente y por amplia mayoría, fue definido como dictadura totalitaria, causante de enormes daños al país.  A Juan Domingo Perón, a quien en el decreto nunca se lo menciona, se lo trata de dictador, responsable de desviaciones, arbitrariedades y violaciones que desconocen toda norma jurídica y desnaturaliza los principios éticos y sociales de la sociedad occidental.  En todo momento se insiste en la inconstitucionalidad del gobierno derrocado.

La Fusiladora que asesinó al General Juan José Valle y mató
a sangre fría en los basurales de José León Suarez,  a quienes se levantaron junto a él, se presentaba ante la sociedad como la defensora de la democracia, la institucionalidad, la libertad y los valores cívicos, políticos y religiosos que el peronismo se había ocupado de borrar en poco menos de diez años de gobierno. 


El 13 de Noviembre asume Pedro Eugenio Aramburu.  Nacido en Córdoba en 1903, encabezó el golpe de Estado y se convirtió poco después en presidente de facto remplazando a Eduardo Lonardi quien había comenzado con el proceso que Aramburu radicalizaría con su ascenso al poder. Con claras intenciones de perpetuarse en el poder a través de un fraudulento proceso de elecciones en las que el peronismo estaría proscripto, fue responsable del decreto ley 4161[2] en el que se prohíbe en el territorio argentino todo aquello que tuviese relación con el régimen depuesto.



El 9 de Marzo de 1956 se conoce a través del boletín oficial el decreto que entre otras cosas llevará a la proscripción del PERONISMO, la prohibición del uso de cualquier imagen relacionada con el gobierno derrocado, la persecución de sus dirigentes, imposición de multas, inhabilitaciones, arresto, clausura de empresas comerciales, etc.  Se llamó a Perón Tirano y no se le perdonó jamás haber logrado la soberanía económica del Imperio Inglés, quien arremetería con furia con el apoyo siempre incondicional de los grupos oligárquicos argentinos, los partidos liberales, la iglesia católica y algunos grupos minúsculos que suelen embanderarse de rojo pero han sido siempre funcionales a los intereses de las minorías acomodadas.  En palabras de Fermín Chávez, es posible que los ingleses hayan hecho el cálculo, y que decidieran intervenir, contando como contaban con fuerte aliados en la marina de guerra argentina.[3]

Entre los retrocesos que sufriría el país durante el siniestro proceso encabezado por la revolución que defendía los valores republicanos, católicos y democráticos se encontraban la anulación de la Carta Magna reformada en 1949 en la que se establecían, entre otros, los derechos laborales y sociales: jornada de 8 horas, vacaciones pagas, aguinaldo, igualdad jurídica del hombre y la mujer, se reconoce como constitucional la justicia social, etc.  Por otro lado, se suspende la Ley de Divorcio Vincular, se disuelve el I.A.P.I. (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio), se toma deuda externa, se desnacionalizan los depósitos bancarios, se ingresa al FMI (ingreso al que Perón se había resistido enérgicamente), se aplica la Ley Marcial que habilita los fusilamientos de hombres y mujeres que comienzan a formar parte de lo que se conocería en adelante como la Resistencia Peronista.

Tan igual y tan distinto. Las mismas palabras, el mismo discurso.  La misma prepotencia, los mismos intereses.  Autoritarismo, régimen, adoctrinamiento, acusaciones infundadas de corrupción a granel (aunque algunas de ellas merecen un serio trabajo de la justicia y no del partido judicial).  Se vuelve hablar de prohibición, libertad de expresión suprimida, armonía entre argentinos (léase grieta).  Tan iguales y tan distintos.  El imperio y sus lacayos vuelven por lo que siempre consideraron que les pertenece, lo nuestro.


marianotripi@gmail.com






[1] Decreto Ley 3.855/55. BUENOS AIRES, 24 de Noviembre de 1955. Boletín Oficial, 12 de Diciembre de 1955.
[2] http://repositorio.filo.uba.ar/bitstream/handle/filodigital/1143/uba_ffyl_t_2005_818293.pdf?sequence=1&isAllowed=y
[3] Fermín Chavez, Revista Primera Plana N° 507, 13 de Septiembre de 1973.

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