El
gobierno de CFK fue una asociación ilícita.
Durante 12 años el país estuvo administrado por un grupo de funcionarios
que tenía por objetivo central delinquir y vaciar las arcas del Estado. Ese grupo “K”, fue contra todos los intereses
de la Argentina. Se opuso a la concentración de los medios de comunicación y su
incalculable rentabilidad y concentración de poder, entonces son unos ladrones.
Este grupo de malhechores organizados despilfarraron
el dinero de los contribuyentes de la acomodada clase media para mantener a mal
entretenidos, vagos, inmigrantes y básicamente todo aquel que no conoce las
buenas costumbres, no tiene apego al trabajo y no quiere ganarse con el sudor
de su frente el pan de cada día; estos dirigentes son unos demagogos y la peor
de todas es CFK…
Es
que la masa olorosa da miedo. Ya pasó en Octubre de 1945 con el aluvión
zoológico. Encima esos mismos que se atrevieron a mojar sus
pies en las sacrosantas fuentes de la Plaza de la Victoria, comienzan a tener
protagonismo en el desarrollo de una nueva y desordenada “sociedad”argentina
que se vanagloria de ser prácticamente feudal.
Y si hasta las mujeres votan. Lo
menos parecido a un ciudadano con derechos políticos son un pobre y una mujer,
y esta actriz, hija bastarda, nacida en un pueblucho inmundo universaliza el
voto y encima encabeza sus reclamos.
Ellos no la van a olvidar, crecerán recordando el día en que empezaron a
llorarla. Los descamisados hacen de ella
la bandera de cada una de sus luchas. El
peronismo de convierte por acción y mística en una forma de vida, en una
manera de mirar y sentir.

El
24 de noviembre de 1955 se firma el Decreto Ley 3855[1]
en
el cual se decide disolver el Partido Peronista Masculino y Femenino en todo el
territorio de la República. El gobierno, que había sido elegido
democráticamente y por amplia mayoría, fue definido como dictadura totalitaria,
causante de enormes daños al país. A
Juan Domingo Perón, a quien en el decreto nunca se lo menciona, se lo trata de
dictador, responsable de desviaciones, arbitrariedades y violaciones que
desconocen toda norma jurídica y desnaturaliza los principios éticos y sociales
de la sociedad occidental. En todo momento se insiste en la inconstitucionalidad
del gobierno derrocado.
La
Fusiladora que asesinó al General
Juan José Valle y mató
a sangre fría en los basurales de José León Suarez, a quienes se levantaron junto a él, se
presentaba ante la sociedad como la defensora de la democracia, la institucionalidad, la libertad y los valores cívicos,
políticos y religiosos que el peronismo se había ocupado de borrar en poco
menos de diez años de gobierno.
El
13 de Noviembre asume Pedro Eugenio Aramburu.
Nacido en Córdoba en 1903, encabezó el golpe de Estado y se convirtió poco
después en presidente de facto remplazando a Eduardo Lonardi quien había
comenzado con el proceso que Aramburu radicalizaría con su ascenso al poder. Con
claras intenciones de perpetuarse en el poder a través de un fraudulento
proceso de elecciones en las que el peronismo estaría proscripto, fue
responsable del decreto ley 4161[2] en
el que se prohíbe en el territorio argentino todo aquello que tuviese relación
con el régimen depuesto.
El
9 de Marzo de 1956 se conoce a través del boletín oficial el decreto que entre
otras cosas llevará a la proscripción del PERONISMO, la prohibición del uso de
cualquier imagen relacionada con el gobierno derrocado, la persecución de sus
dirigentes, imposición de multas, inhabilitaciones, arresto, clausura de
empresas comerciales, etc. Se llamó a
Perón Tirano y no se le perdonó jamás
haber logrado la soberanía económica del Imperio Inglés, quien arremetería con
furia con el apoyo siempre incondicional de los grupos oligárquicos argentinos,
los partidos liberales, la iglesia católica y algunos grupos minúsculos que
suelen embanderarse de rojo pero han sido siempre funcionales a los intereses
de las minorías acomodadas. En palabras
de Fermín Chávez, es posible que los
ingleses hayan hecho el cálculo, y que decidieran intervenir, contando como
contaban con fuerte aliados en la marina de guerra argentina.[3]
Entre
los retrocesos que sufriría el país durante el siniestro proceso encabezado por
la revolución que defendía los valores
republicanos, católicos y democráticos se encontraban la anulación de la
Carta Magna reformada en 1949 en la que se establecían, entre otros, los
derechos laborales y sociales: jornada de 8 horas, vacaciones pagas, aguinaldo,
igualdad jurídica del hombre y la mujer, se reconoce como constitucional la
justicia social, etc. Por otro lado, se suspende
la Ley de Divorcio Vincular, se disuelve el I.A.P.I. (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio), se
toma deuda externa, se desnacionalizan los depósitos bancarios, se ingresa al
FMI (ingreso al que Perón se había resistido enérgicamente), se aplica la Ley
Marcial que habilita los fusilamientos de hombres y mujeres que comienzan a
formar parte de lo que se conocería en adelante como la Resistencia Peronista.
Tan
igual y tan distinto. Las mismas palabras, el mismo discurso. La misma prepotencia, los mismos
intereses. Autoritarismo, régimen,
adoctrinamiento, acusaciones infundadas de corrupción a granel (aunque algunas
de ellas merecen un serio trabajo de la justicia y no del partido
judicial). Se vuelve hablar de
prohibición, libertad de expresión suprimida, armonía entre argentinos (léase
grieta). Tan iguales y tan distintos. El imperio y sus lacayos vuelven por lo que
siempre consideraron que les pertenece, lo nuestro.
marianotripi@gmail.com
[1]
Decreto Ley
3.855/55. BUENOS AIRES, 24 de Noviembre de 1955. Boletín Oficial, 12 de
Diciembre de 1955.
[2] http://repositorio.filo.uba.ar/bitstream/handle/filodigital/1143/uba_ffyl_t_2005_818293.pdf?sequence=1&isAllowed=y
[3] Fermín Chavez, Revista
Primera Plana N° 507, 13 de Septiembre de 1973.
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