“Soy un convencido de
la necesidad de otorgar a la mujer los derechos políticos y apoyo con toda la
fuerza de mi convicción el propósito de hacer esto una realidad argentina. Es necesario dar a nuestra Constitución su
plena aplicación dentro de las formas democráticas que practicamos, y debemos
una reparación a esa Constitución, mutilada en lo que se refiere a la mujer… En
síntesis, soy partidario de otorgar el sufragio a la mujer, porque no hay
ninguna razón que se oponga a que esto llegue a concretarse en una realidad”
Juan Domingo Perón 26 de Julio de 1945
![]() |
Eva Perón ante sus descamisados. |
Pensar el lugar que ocupó la mujer en tanto actor social del
proceso político que se inició a mediados de la década de 1940 con el arribo de
Juan Domingo Perón a la presidencia de la nación, nos obliga a definir
conceptos como ciudadanía y Participación política y por
otro lado,
profundizar en los cambios que se dieron desde la llegada del peronismo al
poder. En consecuencia, no podemos dejar
de mirar la figura y proyección política que a partir de este momento comienza
a tener Eva Duarte de Perón, Primera Dama y referente de mujeres y hombres de la masa trabajadora.
En los Estados modernos de la actualidad la ciudadanía no
significa privilegio de clase social o de fortuna. A pesar de esto, hasta fines de la década del
1940 las mujeres argentinas no gozaban totalmente de los derechos de ciudadanía
incluyendo los derechos de participación política.
“Desde
1947 gozan del derecho de ciudadanía también las mujeres. Los derechos de
ciudadanía tanto para el varón como para la mujer, se adquieren a los 18 años
de edad. La ley de ciudadanía establece que los argentinos que hubiesen
cumplido los 18 años, gozan de todos los derechos políticos conferidos por la
Constitución y las leyes de la República. Gozan de dichos derechos tanto los
ciudadanos nativos, como los ciudadanos por opción o por naturalización. Los
ciudadanos naturalizados no pueden optar a la Presidencia o Vicepresidencia de
la Nación, reservadas a los nativos o hijos de argentinos nativos.”[1]
Comencemos haciendo un recorrido por los procesos políticos
que tuvieron lugar desde el primer gobierno de Hipólito Yrigoyen hasta la
sanción del sufragio femenino. Si bien
los primeros movimientos femeninos en pos del derecho a la participación
política igualitaria son anteriores a la llegada del Partido Radical al poder,
cabe señalar que siempre habían sido encabezados por mujeres o grupo de mujeres
de clase acomodada y algunas de la oligarquía terrateniente. Como dice el saber popular, nunca el opresor
se levanta en favor de los derechos del oprimido. El nuevo gobierno popular interpretaba los intereses del pueblo, que
había instaurado la libertad política con el sufragio universal, obligatorio y
secreto (conocido comúnmente como Ley Sáenz Peña) y había reconocido a las
mujeres los derechos civiles que le eran negados en el Código Velez Sarsfield.
En este contexto político la masa de mujeres que pertenecían a la clase media
urbana y pueblos del interior, comenzaron a percibir la posibilidad de ocupar
un espacio que les había sido negado
desde la creación del Estado Argentino y que aún hoy posee rasgos conservadores
decimonónicos.
![]() |
Madre de Plaza de Mayo cuando los argentinos eramos "DERECHOS Y HUMANOS" |
Con la llegada de Alvear al poder y luego del golpe militar
contra el segundo gobierno de Yrigoyen los derechos civiles y políticos de las
mujeres quedaron relegados dado que hasta 1946 gobernarán el país distintos
grupos políticos de carácter conservador, en consecuencia de raíz estrictamente
patriarcal (Uriburu, Justo, Ortiz, Castillo).
El segundo período de gobiernos Nacionales y Populares se da
entre los años 1946- 1955, es decir primer y segundo mandato (trunco este
último) del General Juan Domingo Perón.
Cabe recordar que Perón accede a los primeros planos de la política
nacional al desempeñar cargos claves en el gobierno del GOU que había derrocado
a la administración de La Concordancia (1943) con Ramón Castillo en el Poder Ejecutivo
tras el fallecimiento de Roberto Ortiz en 1942.
Con Perón ya en el poder el rol de la mujer en la sociedad comenzaría a
ser reconocido aunque nunca equiparado al del hombre.
Es amplia y conocida la labor y la centralidad de los
esfuerzos de Eva Duarte para lograr finalmente la incorporación de la mujer a
la política nacional. Por otro lado, es
clara la importancia de la
conducción de la masa que se volcaría por primera
vez a las urnas enarbolando las banderas de la justicia y el anti imperialismo,
es decir, si bien Perón había ganado encabezando la lista del partido Laborista
con más del 50% de los votos, es decir 304 electores contra 72 de la fórmula
opositora, era necesario consolidar su liderazgo para enfrentar los embates del
conservadurismo oligárquico. De esta manera el 11 de noviembre de 1951 más de
tres millones y medio de mujeres votaron por primera vez a nivel nacional. El
64% de los votos femeninos se inclinaron por la fórmula Perón-Quijano que se
alzó con 4.745.157 votos, es decir el
62% de los votantes.
Con Perón en el poder los derechos de los trabajadores,
ancianos, niños y niñas tuvieron un
lugar central en las políticas del Estado.
Salud, educación, derechos laborales, vacaciones pagas y aguinaldo, en
otros, fueron reconocimientos a derechos negados por años al pueblo argentino. Por otro lado, si bien el rol de la mujer
tomó mayor visibilidad, tanto Perón como la propia Eva poseían una mirada sobre
la mujer que la seguía manteniendo como soporte central de la actividad
hogareña, compañera de su esposo y educadora de sus hijos en los valores
tradicionales que tenían ahora en Perón y Eva a los padres de todas las
familias trabajadoras.
La resistencia peronista luego del golpe de Estado de 1955,
tuvo a muchas mujeres entre sus filas.
Pero siguieron siendo en su mayoría hombres los que intervenían y
representaban al General Perón en la conducción de la resistencia desde el
exilio. Luego, llegados los años setenta
y la incursión de la lucha armada y la guerrilla, las mujeres empuñaron las
armas codo a codo junto a los hombres poniendo en juego su vida. Muchas de ellas fueron secuestradas,
torturadas y asesinadas luego de la muerte de Perón y el lamentable desenlace
de su tercer gobierno. Muchos de sus
hijos nacieron en cautiverio y todavía no conocen a la familia de la cual
fueron arrebatados.
![]() |
Mujeres encabezando cambios profundos en Latinoamérica. |
Confío en que el lector pueda comprender lo sintético de
este artículo y la cantidad de omisiones que hemos debido hacer dado el espacio
en el que este será publicado.
Finalmente, es claro que las mujeres latinoamericanas están
transitando un camino que esperamos termine con la desigualdad. Han sido mujeres las que encabezaron las
grandes transformaciones sociales y políticas de países como Brasil y la propia
Argentina. Es necesario que la igualdad
de oportunidades no sea solo un discurso oportunista e interesado y se
convierta en una realidad que nos permita crecer y madurar como sociedad.
marianotripi@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario