lunes, 16 de octubre de 2017

Mujeres argentinas. Derechos civiles y políticos.

“Soy un convencido de la necesidad de otorgar a la mujer los derechos políticos y apoyo con toda la fuerza de mi convicción el propósito de hacer esto una realidad argentina.  Es necesario dar a nuestra Constitución su plena aplicación dentro de las formas democráticas que practicamos, y debemos una reparación a esa Constitución, mutilada en lo que se refiere a la mujer… En síntesis, soy partidario de otorgar el sufragio a la mujer, porque no hay ninguna razón que se oponga a que esto llegue a concretarse en una realidad”

Juan Domingo Perón 26 de Julio de 1945


Eva Perón ante sus descamisados.
Pensar el lugar que ocupó la mujer en tanto actor social del proceso político que se inició a mediados de la década de 1940 con el arribo de Juan Domingo Perón a la presidencia de la nación, nos obliga a definir conceptos como ciudadanía y Participación política y por
otro lado, profundizar en los cambios que se dieron desde la llegada del peronismo al poder.  En consecuencia, no podemos dejar de mirar la figura y proyección política que a partir de este momento comienza a tener Eva Duarte de Perón, Primera Dama y referente  de mujeres y hombres de la masa trabajadora.


En los Estados modernos de la actualidad la ciudadanía no significa privilegio de clase social o de fortuna.  A pesar de esto, hasta fines de la década del 1940 las mujeres argentinas no gozaban totalmente de los derechos de ciudadanía incluyendo los derechos de participación política.

“Desde 1947 gozan del derecho de ciudadanía también las mujeres. Los derechos de ciudadanía tanto para el varón como para la mujer, se adquieren a los 18 años de edad. La ley de ciudadanía establece que los argentinos que hubiesen cumplido los 18 años, gozan de todos los derechos políticos conferidos por la Constitución y las leyes de la República. Gozan de dichos derechos tanto los ciudadanos nativos, como los ciudadanos por opción o por naturalización. Los ciudadanos naturalizados no pueden optar a la Presidencia o Vicepresidencia de la Nación, reservadas a los nativos o hijos de argentinos nativos.[1]

Comencemos haciendo un recorrido por los procesos políticos que tuvieron lugar desde el primer gobierno de Hipólito Yrigoyen hasta la sanción del sufragio femenino.  Si bien los primeros movimientos femeninos en pos del derecho a la participación política igualitaria son anteriores a la llegada del Partido Radical al poder, cabe señalar que siempre habían sido encabezados por mujeres o grupo de mujeres de clase acomodada y algunas de la oligarquía terrateniente.  Como dice el saber popular, nunca el opresor se levanta en favor de los derechos del oprimido.  El nuevo gobierno popular  interpretaba los intereses del pueblo, que había instaurado la libertad política con el sufragio universal, obligatorio y secreto (conocido comúnmente como Ley Sáenz Peña) y había reconocido a las mujeres los derechos civiles que le eran negados en el Código Velez Sarsfield. En este contexto político la masa de mujeres que pertenecían a la clase media urbana y pueblos del interior, comenzaron a percibir la posibilidad de ocupar un espacio que  les había sido negado desde la creación del Estado Argentino y que aún hoy posee rasgos conservadores decimonónicos.

Madre de Plaza de Mayo cuando  los argentinos eramos "DERECHOS Y HUMANOS"

Con la llegada de Alvear al poder y luego del golpe militar contra el segundo gobierno de Yrigoyen los derechos civiles y políticos de las mujeres quedaron relegados dado que hasta 1946 gobernarán el país distintos grupos políticos de carácter conservador, en consecuencia de raíz estrictamente patriarcal (Uriburu, Justo, Ortiz, Castillo).

El segundo período de gobiernos Nacionales y Populares se da entre los años 1946- 1955, es decir primer y segundo mandato (trunco este último) del General Juan Domingo Perón.  Cabe recordar que Perón accede a los primeros planos de la política nacional al desempeñar cargos claves en el gobierno del GOU que había derrocado a la administración de La Concordancia (1943) con Ramón Castillo en el Poder Ejecutivo tras el fallecimiento de Roberto Ortiz en 1942.  Con Perón ya en el poder el rol de la mujer en la sociedad comenzaría a ser reconocido aunque nunca equiparado al del hombre.

Es amplia y conocida la labor y la centralidad de los esfuerzos de Eva Duarte para lograr finalmente la incorporación de la mujer a la política nacional.  Por otro lado, es clara la importancia de la
conducción de la masa que se volcaría por primera vez a las urnas enarbolando las banderas de la justicia y el anti imperialismo, es decir, si bien Perón había ganado encabezando la lista del partido Laborista con más del 50% de los votos, es decir 304 electores contra 72 de la fórmula opositora, era necesario consolidar su liderazgo para enfrentar los embates del conservadurismo oligárquico. De esta manera el 11 de noviembre de 1951 más de tres millones y medio de mujeres votaron por primera vez a nivel nacional. El 64% de los votos femeninos se inclinaron por la fórmula Perón-Quijano que se alzó con 4.745.157  votos, es decir el 62% de los votantes.

Con Perón en el poder los derechos de los trabajadores, ancianos, niños y niñas tuvieron  un lugar central en las políticas del Estado.  Salud, educación, derechos laborales, vacaciones pagas y aguinaldo, en otros, fueron reconocimientos a derechos negados  por años al pueblo argentino.  Por otro lado, si bien el rol de la mujer tomó mayor visibilidad, tanto Perón como la propia Eva poseían una mirada sobre la mujer que la seguía manteniendo como soporte central de la actividad hogareña, compañera de su esposo y educadora de sus hijos en los valores tradicionales que tenían ahora en Perón y Eva a los padres de todas las familias trabajadoras.
La resistencia peronista luego del golpe de Estado de 1955, tuvo a muchas mujeres entre sus filas.  Pero siguieron siendo en su mayoría hombres los que intervenían y representaban al General Perón en la conducción de la resistencia desde el exilio.  Luego, llegados los años setenta y la incursión de la lucha armada y la guerrilla, las mujeres empuñaron las armas codo a codo junto a los hombres poniendo en juego su vida.  Muchas de ellas fueron secuestradas, torturadas y asesinadas luego de la muerte de Perón y el lamentable desenlace de su tercer gobierno.  Muchos de sus hijos nacieron en cautiverio y todavía no conocen a la familia de la cual fueron arrebatados.

Mujeres encabezando cambios profundos en Latinoamérica.


Confío en que el lector pueda comprender lo sintético de este artículo y la cantidad de omisiones que hemos debido hacer dado el espacio en el que este será publicado. 
Finalmente, es claro que las mujeres latinoamericanas están transitando un camino que esperamos termine con la desigualdad.  Han sido mujeres las que encabezaron las grandes transformaciones sociales y políticas de países como Brasil y la propia Argentina.  Es necesario que la igualdad de oportunidades no sea solo un discurso oportunista e interesado y se convierta en una realidad que nos permita crecer y madurar como sociedad.



marianotripi@gmail.com









[1] https://historiaybiografias.com/derechos_argentinos/

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