sábado, 14 de octubre de 2017

Esta juventud está perdida!!!!!!

Celebramos la primera participación en este espacio de la profesora María Taborda, quien nos ofrece en este artículo una mirada profunda sobre la juventud y los prejuicios de la sociedad adulta sobre ella.




     Cuando hablamos de los jóvenes, es inevitable escuchar muchas veces que “esta juventud está perdida”, que con estos pibes no tenemos futuro. Yo, ya adulta, lo escuché varias veces y la primera vez que lo escuché fue allá por el '93 cuando terminaba la primaria. En ese momento no le di mayor importancia, es más casi lo tenía olvidado, quizás en ese momento no me sentí ni parte de los adolescentes. Ese mecanismo de defensa que tenemos muchos de no sentirnos parte para no contestar. La segunda vez que lo escuché, fue en el secundario y de boca de un docente, recuerdo que un compañero le contestó al profesor diciéndole que él no estaba perdido, el docente dijo:
 -¿entendés que esa afirmación no era para vos, sino para otro tipo de jóvenes?-....
Pasa el tiempo y siempre la misma frase, la misma estigmatización, pareciera que algunas ideas, o mejor dicho algunas personas con sus ideas no evolucionan, creo que en este punto Darwin se equivocó con su teoría, no todos los miembros de la misma especie evolucionan, quizás algunos en apariencia si, “peeero” en sus ideas se quedaron en la edad de piedra.

Algunos adultos han tenido la maravillosa experiencia de"nacer grandes y maduros", entonces es imposible que, estos " adultos pensantes", puedan imaginar tan siquiera lo que siente un joven. Quizás creen que es condición sine qua non estigmatizar, desacreditar, violentar al joven. Quizás porque en su juventud sus adultos formadores le enseñaron eso y sin pensar repiten la historia, no pueden cortar el círculo.

Lo triste de esto es que muchas veces estos adultos con sus comportamientos abonan la idea de juventud perdida que necesitan los grupos poderosos concentrados para seguir tejiendo su telaraña de mentiras y sometimiento. ¿Por qué será que a medida que nos vamos haciendo adultos nos comprometemos menos, nos arriesgamos menos y solo pensamos en nosotros? Nos volvemos tan individualistas que uno podría entender que el capitalismo en su máxima expresión se ha apoderado, no sólo de nuestra mente, sino fundamentalmente de nuestra alma. Y así vamos por la vida cuidando sólo nuestros intereses, pero si algo nos ocurre condenamos a la sociedad toda por su falta de solidaridad, con la caradurez de sentirnos con derecho a reclamar, sólo porque me tocó a mí.



     En el jardín te enseñan a compartir, porque "el que come y no convida tiene un sapo en la barriga". Cuando se es joven y se reclama por igualdad, inclusión, etc. te reprimen y te llevan detenido, y no falta un " adulto" que diga: --que se joda para que corta la calle.- 
Cuando estás en la primaria te machacan y machacan con el " aprendamos a convivir" y luego cuando marchas en apoyo por la ley de matrimonio igualitario te preguntan si " saliste del ropero”, claro es imposible para esa gente que uno reclame por el otro.

Recuerdo patente como en secundaria nos enseñaron el respeto y el amor hacia los pueblos originarios, y me parece muy increible que hoy los " adultos" digan que estos pueblos son terroristas ( es la primera vez que veo que los terroristas tienen como armas de última generación palos y piedras) y justifiquen la desaparición de Santiago Maldonado diciendo  -¿para qué se mete si no era mapuche, seguro se fue, por algo será?- ( y otra vez esas frases de adultos que parecen no haber podido evolucionar, pero tampoco pudieron encontrar sensibilidad humana y respeto).

Juventud Maravillosa


Cuando hablamos de juventud nos olvidamos primero que alguna vez fuimos jóvenes, y que, lamentablemente, algunos adultos perdimos ese amor, esa fuerza, ese compromiso, esa solidaridad que sólo te da la juventud. Si la juventud estuviese tan perdida, por qué razón se encargan tanto de estigmatizarla y perseguirla, nadie dedica tanto tiempo ni tantos años a algo que cree perdido.  ¿Será que le tienen miedo, será que verlos nos recuerda a lo que fuimos y no tuvimos el valor de seguir siendo?

¿Qué juventud es la que está perdida? La que salió a marchar junto a los trabajadores en el Cordobazo? ¿La que marchó por el boleto estudiantil, cuyo reclamo les costó ni más ni menos que la misma vida? ¿La juventud que militó y resistió la última y más cruel dictadura? ¿La juventud que abrazó la vuelta de la Democracia? ¿La juventud que comenzó a participar de la política junto con la llegada de Néstor y Cristina? ¿Qué juventud está perdida, la que cuando se inundó por completo La Plata fue a ayudar al otro? ¿Qué juventud está perdida, esa que está convencida de que la patria es el otro? ¿Esa juventud que está luchando por su derecho a la educación y por los puestos de trabajo de sus profesores? ¿Qué loco, éstos jóvenes no luchan no reclaman sólo por ellos, luchan y reclaman también por los derechos de sus profesores, los mismos que después los estigmatizan, quizás porque dentro de su cerebro (cerebro de "adultos") aún no saben que en esa reforma educativa no sólo se pretende vulnerar los derechos de los alumnos ( transformándolos en objetos de trabajo y no en sujetos de derecho), sino también el de los trabajadores de la educación.

Asamblea de estudiantes frente a la reforma educativa en CABA


Yo creo realmente que le temen y le temieron siempre a esta juventud, por eso la demonizan. Tal vez estarían más contentos si la mayoría de los jóvenes sólo pensaran individualmente, si solo les importara el aquí y ahora, sino tuvieran otro plan más que el de zafar. Quizás deberíamos pensar y reflexionar que hasta la llegada de la dictadura los porcentajes de escolaridad terciaria y universitaria eran altos en nuestro país, luego con la dictadura y ni hablar de los '90 estos porcentajes disminuyeron, lógicamente acompañados del modelo económico que realmente necesitaba seres individualistas que creyeran que todos es producto del esfuerzo personal, es decir, la tan de moda meritocracia.

Quizás la juventud que se está extinguiendo es aquella a la que siempre quisieron denigrar, cuando en realidad la mayoría de nuestros adolescentes y jóvenes piensan y proyectan un futuro, futuro que por otra parte nos encargamos nosotros, los adultos de embargar a 100 años!!! Muy lindo como piensan y actúan los adultos. 

Si a los jóvenes los queremos hacer cargo del " futuro", pues bien, los adultos deberíamos dejarles un buen presente que les permita estudiar, y no tener que dejar la escuela porque gracias a los adultos, hoy ya no tiene que comer en la casa.

Quiero creer que la juventud que está perdida, o que se debería perder, es la que esos adultos egoístas alguna vez vivieron.



María Taborda

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