domingo, 3 de junio de 2018

Democracia de a ratos



El circo de los medios de comunicación, en especial la televisión, nos regala algunas miradas de improvisados analistas de la realidad que, sin desmerecer su interesante e interesada opinión, siguen jugando el juego de confundir el todo con la nada.

Los defensores de la República, aquellos que junto a algunos políticos que después de enterrados en las urnas resurgen por los favores de los intereses de grupos que ostentan atemporalmente el poder en nuestros país, se han convertido otrora en la infantería, en la punta de lanza de la defensa  de las políticas del gobierno de Mauricio Macri.



Cada vez que el Poder Ejecutivo hace oídos sordos a los reclamos de la población o del propio Congreso Nacional se libera a estos personajes sedientos de venganza anti popular con el argumento que la democracia se ejercita en las urnas cada dos años y que ya habrá oportunidad para aquellos que no acuerdan (sería más justo decir padecen) las decisiones del autoritario gobierno de Magneto, Peña Braun, la famiglia y el FMI.

Las marchas en reclamo de un salario acorde al aumento de la inflación son analizadas por los medios y el propio gobierno pensando en las condiciones en que quedó el jardincito florido que habían armado en lo que le dejaron al pueblo de la Plaza de Mayo.  Los titulares de los diarios mostraban los desbastados canteros, la indignación de los que se habían quedado en casa creyendo en el ajuste que propone el ministro de hacienda, pero de la marcha federal ni noticias.

Es más cómodo para los que se esconden detrás del “yo no soy de ningún partido, pero se robaron todo” delegar la responsabilidad del ejercicio democrático (que costó la sangre de muchos aunque no lo quieran aceptar) al partido gobernante. Es decir, delegar siempre que el que gobierna no meta el dedo donde no corresponde y haga enojar a los intereses financieros y entonces los medios hegemónicos salgan a quemar cabezas con sus esbirros conductores y opinadores televisivos, así si se indignan porque son bien obedientes.

Señores defensores de la República, el pueblo es quien detenta el poder y lo delega ocasionalmente en uno u otro ciudadano, pero recuerden que nunca pierde el pueblo ese poder. Así como lo da lo puede quitar.  No se escondan detrás de la falacia de la desestabilización, es de una cobardía absoluta y ustedes lo saben porque estuvieron allí hace poco más de dos años.



Se acabó el crédito, se terminó el discurso de la herencia K. Dejen descansar en paz al fiscal Nisman, bastante tendrá dando explicaciones en el lugar en donde esté.  La resolución de la Cámara no es más que un ejemplo más de que están a la deriva y no saben nadar. 


Finalmente, señores gobernantes y lame botas de turno, no le tengan miedo a la democracia, no le tengan miedo al pueblo.  Ahora bien, estén seguros de una cosa, si algunos cientos de dueños de campos lograron parar el país cuando la 125, no quieran imaginar lo que puede hacer un pueblo de trabajadores hartos de que los sigan robando. No piensen en cacerolas, piensen en brazos de hombres y mujeres que no pueden darle de comer a sus hijos y saben que ustedes son los únicos responsables.



MMT

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